Refugio de monos es una revista en papel y tres blogs.

http://www.gandolferias.blogspot.com/ (en donde subimos actidades, eventos y comunicados de prensa)

www.bibliotecagandolfo.blogspot.com (en donde subimos textos y poesias)

Y este blog, donde vamos a ir subiendo una vez por mes algunos de los reportajes de la refugio en papel.

Los tres blogs son parte de las Industrias Gandolfo y para recibir la revista hay que escribir a gandolferias@hotmail.com

domingo, 6 de junio de 2010

Charla con Osvaldo Bayer realizada por D.A Bello y P.M.Giacobbe

publicada en Refugio de Monos en octubre de 2006


Osvaldo Bayer nos hace pasar y se acomoda en su sillón ubicado en medio de lo que es el comedor, que contiene una biblioteca, que ocupa las cuatro paredes, de estantes con libros hasta el techo. En ellos a modo de decoración se suceden fotos de sus nietos en Alemania, con amigos, de alguna que otra actriz, premios y menciones.
La casa es simple, como Bayer, quien relata a SIRG que hasta ayer estuvo en Puente La Noria junto a Moira Millan, Huayra Puca, Mario Barrios, Enrique Mamani y hermanos huelguistas Tobas de Villa Bermejito, donde habló y conmemoró el 11 de octubre, último día de resistencia indígena.
Afirma que por ser 12 de octubre tuvo mucha actividad, que habló mucho por radio, por más chica que ésta fuera.
En ese instante éste hombre, que reconoce la practicidad de la computadora y que sólo escribe a mano cuando de poesías se trata, interrumpe la charla durante un momento para hablar con alguien de Córdoba, obviamente referido al 12 de octubre.
Luego vuelve y toma asiento.


- Recién lo escuche nombrar a Grondona, que anda afirmando ciertas ideas.
- Y bueno, Mariano Grondona es típico, es el hombre que colaboró con todas las dictaduras militares. Tuvo cargo como subsecretario del interior, en la dictadura de 1963. Es decir, no ha luchado nunca por la democracia, por parar los golpes y bueno se lo considera un ciudadano. El general Bigñone, que fue el último de la dictadura, está acusado de haber desaparecido a dos de sus soldados. El era el director del colegio militar y le desaparecieron dos soldados y eso en la tradición militar, jamás, un oficial puede entregar a sus soldados. Tiene que defenderlos siempre, aunque hayan sido soldados ponelé, Montoneros. Pero él tendría que haberlos llamado y haberlos defendido contra todo intento de secuestro. Fueron secuestrados, entregados por él. Entonces, bueno, hoy está cobrando quince mil pesos por mes de jubilación. Hoy salió en todos los diarios, quiere decir que se la van a sacar, ¿recién ahora se la van a sacar? Un tipo... un golpista, un hombre que estuvo contra la democracia y ¿se lo premia así?. Bueno. Entonces es evidente que es una democracia muy débil.


-¿Cómo piensa que va a ser la historia cuando tenga que hablar de los ‘70 y de los ‘60 y ya de esta parte, será recordada como nos enseñaron a nosotros que vino colon con espejitos o va a ser de otra manera?
-No, va ha ser de otra manera porque los organismos de derechos humanos han luchado mucho. Es decir, en si están triunfando porque se está haciendo justicia, porque poco a poco se está haciendo justicia. No, esos crímenes no se pueden defender, son muy evidentes. Es decir, los acusados no lo pueden desmentir, no lo desmienten. Se callan la boca o hacen la propaganda para que haya una ley de amnistía general para que veamos todos enfrente, somos todos iguales. Hoy, un escritor, Abel Pose saca un gran articulo en La Nación, casi media página, diciendo que hay que olvidar todo. Pone ejemplos en la historia que son todas mentiras. “Son todos argentino y hay que mirar para enfrente porque sino no va a ver arreglo en éste país. Va a ver siempre una problemática”. Y no es así. No es así. Yo he vivido muchos años en Alemania y nadie puede decir que se va a reivindicar jamás los crímenes del nazismo. Los campos de concentración, el racismo, Aschwitz, todo eso. Está definitivo todo eso-.


-Convengamos, que como es la situación acá es un poco contradictorio. Dio el ejemplo de los 15 mil pesos que cobraban...-
-Pero esa ha sido la falsa democracia que hemos tenido. El señor Raúl Alfonsín modificó todo para no cambiar absolutamente nada. Ese gobierno tendría que haber hecho la gran revisión de todo, condenar a prisión perpetua a todos los intervinientes en la dictadura y a sus colaboradores civiles. Hizo un juicio ¿por qué?. Hizo un juicio porque se lo exigieron las grandes manifestaciones de Derechos Humanos y en el exterior también. La Organización de los Estados Americanos (OEA), la secretaria de derechos humanos de la OEA no hubiera permitido que estos tipos hubieran salido todos. Tuvo que hacer el juicio. Bueno. Pero solamente para los comandantes. ¿Y a dónde los mandó?, ¿Qué eran?. Eran todos chalets de tipo fin de semana.
De vacaciones y además todos los días recibían a su familia. Estaban como de vacaciones y ahora se ha impuesto otra cosa. Hoy está la resolución de Menéndez y Bussi; van a ir a cárceles comunes.
Van a ser enviados a cárceles comunes, entonces esto se logra con la lucha de los organismos de Derechos Humanos y la gente en la calle, pero no los políticos. Porque obediencia debida y punto final lo hace Alfonsín y Menem, después, tranquilamente los perdona a todos los comandantes en jefe-.


-Se retrocede mucho con ese indulto...
- Sí y debemos reconocer que el primero que empieza en serio a tratar el tema de Derechos Humanos de la dictadura es Kirchner. Que tiene muchos defectos en otros aspectos, pero allí se ha portado. Ha sido el presidente que más coraje civil ha tenido y se ha metido con esto. Los otros nada. Nada. Es decir la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). ¿Por qué Alfonsín no acepta que sea la comisión bicameral del senado y de diputado la comisión investigadora?, Que hubiera tenido un gran éxito porque ahí estaba el oficiliasmo y la oposición. No. El nombra a una comisión de notables. ¿Eso es democrático? Además quien dice que una persona es notable.
¿Y a quién pone?. A un colaboracionista como Ernesto Sabato, absolutamente, a Magdalena Ruiz Guiñazú, que fue jefa de prensa de Martínez de Hoz, eso no lo dice nadie. Favaloro, que lo acompañó a Videla en la gira que hizo a Colombia y Venezuela, ¿no?. Bueno, y otros. A mí me dijo el obispo de Nevares: “La peor resolución de mi vida fue aceptar estar en la CONADEP. Me arrepiento toda mi vida”. ¿Y quienes no aceptaron?, Madres no aceptaron formar parte porque les ofrecieron para que fueran minoría y tampoco aceptó Pérez Esquivel, hay que reconocerlo. Eran los que más méritos habían hecho, pero no, se puso a toda gente que había estado ahí... que hay algo para reconocerle, pero entonces Alfonsín les podía decir hagan ustedes así, así; como se hizo.


-Favaloro está como muy recordado y querido por todos, yo tenía entendido que era un personaje complicado u oscuro.
-Mira, Favaloro tuvo el gesto... cuando a él lo nombran en la Comisión, yo saqué una nota diciendo que él había estado con la dictadura militar y había formado parte de la comitiva, con Videla, que visitó Venezuela. Y él tuvo la humildad de venir, me tocó el timbre - vino él personalmente, hay testigos de eso- para decirme que él me quería explicar. Se sentó allá conmigo y me dijo: “Mire Bayer, si yo no aceptaba un ofrecimiento de Videla. Si yo no aceptaba, me cerraban la fundación. Por eso acepté, para salvar la fundación”, entonces digo: “Doctor no le puedo aceptar eso, porque entonces todos los argentinos podrían decir “y yo tuve que colaborar con la dictadura porque si no me llevaban a mi hijo mayor o yo tuve que aceptar la dictadura porque si no me dejaban cesante y cómo se hubiesen mantenido a mi familia”. Todos hubiéramos tenido un pretexto para quedarnos y colaborar con la dictadura. Le digo, perdóneme doctor, pero no puedo aceptarlo. Se paró y me dijo: “Esta bien Bayer, yo solamente le quise explicar eso”, por lo menos tuvo esa, digamos, humildad de hacerlo. En cambio Sabato, con todo ese apoyo que le hizo a Videla, ustedes conocen mi polémica con él. Donde le traigo todo, punto por punto, de lo que dijo a favor de la dictadura y demás. Nunca pidió disculpas por nada. El que si tuvo ese gesto fue Borges, Jorge Luis Borges, y yo siempre sostuve que Borges era un genio, pero no era un sabio. Porque Borges aceptó la condecoración de Pinochet, él más mugriento de los dictadores latinoamericanos, y aceptó el discurso en la embajada, dijo: “Chile, ese país que tiene forma de espada”, nadie se había dado cuenta que Chile tenía forma de espada, pero Borges sí. Lo dijo y con eso qué quería decir; que si tenía forma de espada tenía que estar gobernada por militares. ¡Borges!. Pero cuando cayó la dictadura y todo lo demás, él fue a pedirle disculpas a las Madres de Plaza de Mayo, cosa que nunca hizo Sabato. Y otro que hizo lo mismo fue ese escritor que tiene dos apellidos, uno inglés, amigo de Borges. ¿Cómo se llama?-.


-¿Adolfo Bioy Casares?-
-¡Bioy Casares!; no era muy inglés. Bueno, Bioy Casares también fue a pedir disculpas por haber ido a ver a Videla. Sabato nunca lo hizo. Es un soberbio-.


-Me queda preguntarle por Magdalena Ruiz Guiñazú...-
-Y Magdalena Ruiz Guiñazú siempre estuvo en el medio. Cuando le ofreció eso Martínez de Hoz aceptó inmediatamente. Estuvo ahí. Durante toda la dictadura. Ahora cuando cayó la dictadura enseguida estuvo con los derechos, yo y los derechos humanos y todo lo demás, y entonces Alfonsíin que tampoco tuvo ninguna oposición a la dictadura, te lo pueden decir las Madres de Plaza de Mayo, que mal las trato, nunca las recibió. Entonces la eligió a la Ruiz Guiñazú que se iba a comportar de una manera en que no lo podía a él obligar a nada, y Alfonsín hizo la política de cambiar todo para no modificar absolutamente nada. ¿Quién fue a la cárcel?. Nadie. Nadie-.



El peronismo


Bayer también habló sobre el peronismo, su amistad con Rodolfo Walsh y Oslvado Soriano, entre otros:

-La gente sale mucho más a la calle que antes. Por supuesto no existe la juventud de aquel tiempo, luchadora como lo fue, e intelectuales. No existen esos.
Todas mis discusiones con Rodolfo Walsh, con Juan Gelman, con Pacu Orondo. Les dije que ellos estaban equivocados con Montoneros. Más en la línea peronista. Y Rodolfo me dijo: “Sí, pero dónde está el pueblo”. Sí; el pueblo es peronista sin ninguna duda, el pueblo es peronista, pero no es revolucionario, no se equivoquen, no los va a acompañar el pueblo a ustedes. El método - les digo - es el que enseñó Agustín Tosco, que yo lo conocí personalmente, ir siempre con la gente. El Córdobazo, que lo hizo él, y él en primera fila. Con miles y miles detrás, esa era la forma y no los métodos guerrilleros.


-¿Cómo ve la figura de Perón en la República Argentina, el papel que jugó en la historia?
-Así nos dejó, viejo. Cambió todo para no modificar nada. Populismo. El peronismo fue capaz de hacer el gobierno más reaccionario, el gobierno más liberal capitalista de todos los gobiernos que hemos tenido: Menem. Un peronista. Si el peronismo no sirve para nada-.


-Es la base que usan. Porque después, de peronista no le quedó ni las patillas a Menem; es la base que utilizan para llegar.
-Pero bueno, ¿Qué cambió Perón?. Hizo sí el populismo, hizo sí... o sea, él y no lo digo para despreciarlo ni nada por el estilo, él aplico lo que vio en su experiencia. El estuvo dos años en la Italia de Mussolini y seis meses en la Alemania de Hitler, ¿qué hizo Hitler?, nacional socialismo. Un socialismo nacional hizo Hitler. Creó la primera colonia de vacaciones en el mar del norte para los obreros, las casas para jóvenes solteras, creó un montón de cosas populares que antes no existían, dio trabajo a todo el mundo. Alemania tenía 11 millones de desocupados. Lo que pasa que Hitler comete dos gravísimos errores, primero meterse en la guerra contra todo el mundo, y segundo el racismo. En eso aprende Perón. Qué hace Mussolini, porque se hace popular también Mussolini, ¡por qué hizo eso!, repartió las riquezas, repartir en el sentido de que le dio más a los obreros, les dio trabajo, por ejemplo. Pero ninguno de ellos dos se metieron con las propiedades. En Alemania los grandes industriales quedaron grandes industriales, Mercedes Benz, Krupp. La familia Krupp, de los famosos cañones, ni los tocó. A los Mauseres ni los tocó, Perón no tocó a nadie. O acaso le tocó una hectárea a los Martines de Hoz, ¡no!, no hizo jamás la reforma agraria. O acaso conocen ustedes alguna cooperativa agraria. Y él aprovechó la gran riqueza de la Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, que la Argentina estaba riquisima en divisas, vendió trigo, carne a los aliados, principalmente a Inglaterra y a Francia, después a Estados Unidos y se llenó de divisas que no sabía dónde gastarlas, porque Europa y demás trabajaban para la guerra nada más, no podía vender nada. Y bueno, cuando llegó tenía una riqueza impresionante. Y ahí repartió, dio ventajas, subió los jornales. Pero no cambio nada de la propiedad, los industriales siguieron siendo industriales, tenían que pagar más, mejoró leyes obreras, exactamente lo que Hitler y Mussolini, y no tuvo guerras, ni nada por el estilo, pero después cuando empieza el segundo gobierno empieza con los grandes problemas porque ya se le fue toda la guita. Tanto es así, que pacta con las petroleras y el golpe de Lonardi, es un golpe nacionalista - porque Lonardi era un nacionalista católico- contra los contratos petroleros que había hecho Perón, eso es lo que hace levantar la oficialidad nacionalista. Lo que pasa que Lonardi enseguida es volteado por Aramburú que era un liberal, y después la suerte que tuvo Perón es que tuvo todos golpes de derecha, ningún golpe de izquierda. Si hubiera habido un golpe de izquierda posiblemente Perón no hubiera existido más. Pero resulta que todos los golpes venían de la derecha, que recaía en los laburantes, en la gente pobre, que no tenían la ventaja de antes y por eso la mayoría de la gente siguió peronista.


-El apoyo, de dos sectores completamente antagónicos como lo son la izquierda y la derecha, como apoyan esa figura y como él desde el exilio alienta con un mismo discurso, una misma palabra, a los dos. ¿Cómo sostiene eso?.
-Y bueno, y así le fue. Es decir, ¿por qué Perón cuando asume como presidente, después de Ezeiza, no hace una investigación de lo que ocurrió?, porque eso lo había hecho López Rega. Además yo pregunte en una reunión, entre rivales peronistas, “Por favor yo quisiera que me explicaran porque Perón prefirió a López Rega y no a John William Cooke- que era un revolucionario- entonces Vasqueti, que es un intelectual peronista muy inteligente, me dijo: “Bayer, esa es una pregunta gorila”. Digo: “Sí, sin ninguna duda es una pregunta gorila, pero respóndala por favor. ¿Cómo Perón elige a López Rega? ”. La inmoralidad que significa eso, que es un agente de policía y lo asciende en uno de sus primeros decretos cuando llega a Buenos Aires. Lo eligen presidente de nuevo y asciende a Rega a comisario general. ¿Por qué hizo esas cosas? Sabiendo que Rega era un ultra nazi, un ultra derechista, un ultra fachista.


-¿Perón no apoya también a la Alemania en la segunda guerra?, y Argentina...
-Le dio refugio a todos los nazis que pudo Perón. El secretario privado de Perón era hijo del capo nazi de la colonia alemana de acá, yo sé esas cosas porque soy hijo de alemanes, entonces ¿qué me viene a decir?. Fijate, se nota en las referencias, se va a Paraguay donde está Alfredo Stroessner, de ahí se va a la Venezuela de Marcos Pérez Jiménez, puesto por los norteamericanos, milico de extrema derecha. De ahí al canal de Panamá donde están los norteamericanos, de ahí se va al peor de los dictadores que tuvo Latinoamérica en toda su historia, Rafael Leonidas Trujillo Molina, República Dominicana. Yo me acuerdo en ese momento porque decían que no podía durar, que estaba por caer Trujillo, me acuerdo que le pregunte a un amigo peronista, ¿y adonde se va a ir Perón si cae Trujillo?, se va a ir a Argelia, a estar con el pueblo argelino que esta luchando contra Francia me dice. Qué se va a ir a Argelia... se fue a la España de Franco, el ultrafascista. El tipo apoyado por los nazis y Mussolini, que se salvó por el problema de Estados Unidos con Rusia. Entonces Estados Unidos protege a Franco, porque prefería a un nazi que un comunista, porque si caía Franco, España tenía mucha raíz comunista. Perón elige una dictadura de extrema derecha como Franco, un tipo deleznable. Yo siempre que escribo sobre Franco digo “el fusilador de poetas”. Entonces... lo que pasa es que aquí no hubo un gobierno que superara al peronismo, en cuanto a leyes obreras y concesiones a los trabajadores, y ser peronistas es un negocio, para los políticos es un negocio. Porque saben que alguna vez van a llegar, para los intelectuales peronistas también es un negocio porque saben que siempre ligan algún cargo. En cambio los intelectuales de izquierda...
Y la mejor definición es la que Soriano le hace decir a ese boxeador. ¿Se acuerdan? Le pregunta: «Y decime José, vos a qué partido perteneces». Dice: «no, yo no pertenezco a ninguna ideología viejo ni a ningún partido político, yo soy peronista». Ese es Soriano-.


-Soriano... va a ser un día peronista. Se fusilan entre sí, los carteles que se mandan entre ellos: Perón o muerte-. hablamos todos juntos de “No habrá mas penas ni olvido” y de “Cuarteles de Invierno”, los dos de Soriano, hasta que Bayer suelta:

-La otra definición del peronismo que es genial, la hizo Lorenzo Miguel. Don Lorenzo defina usted el peronismo, le pregunta un periodista, “y... el peronismo es ir a comer los domingos al mediodía ravioles con la vieja.”. Ya está, esa es la felicidad de un argentino, que otra cosa...con tal de que tengas esa paz esa tranquilidad, que te den de morfar, para que puedas llevarle ravioles a la vieja, ya esta. Es genial.-


Bayer, Soriano y Cortazar

-Recién mencionó a Soriano y leí en un libro, de distintas entrevistas y publicaciones que él hizo, que menciona una discusión que usted tuvo con Cortazar. ¿Cómo fue eso?.
-Yo a Cortazar lo quiero muchísimo. Fue un gran tipo, muy sensible, pero nos falló en el proyecto de mi vida. Yo hice un proyecto en el año 1982, cuando Videla da el poder a Viola, porque Sabato, y todos, no decía los exiliados, decía los que se escaparon. Yo no me escapé, yo salvé mi vida yéndome, pero no me escapé. Y cuando llegué comencé a luchar. No es que empecé a ganar dinero ni nada por estilo, me la pasé luchando por los desaparecidos, denunciando todos los hechos. Igual que Cortazar, que se portó muy bien en ese sentido. Entonces, para ir con todos estos tipos y demostrarles que no éramos cobardes, yo hablé con la iglesia evangélica alemana y les pregunté si ellos nos podían solventar un avión para volver a Argentina. Yo pensé lo siguiente: de volver principalmente las figuras conocidas; si volvíamos con gente de la lucha iban a decir ¡viste!, éstos personajes se esconden y todo lo demás. Entonces, volver los tipos más conocidos del exilio argentino. Para lo cual, empece a hablar con Garcia Márquez, que aceptó, pero si iba Cortázar. Por qué sino que hago Yo; nada. Cortazar era, en ese momento, el más representativo de todos los argentinos, muy conocido en toda Europa y Latinoamérica. Venía Felipe González, el político español que después va a ser primer ministro. Venía Gunter Grass, aceptó venir Juan Gulfo. Pero todos, Gunter Grass también me dijo: “¿Y Cortazar?”. Sí, sí. Va a venir. Pero me tenía que asegurar.
Entonces, Soriano en París, preparó una reunión en su casa e invitó a Cortazar y a su nueva compañera, que era una estudiante canadiense de 28 años, él estaba en los 64, lo invitó a este muchacho que actualmente dirige Le Mond Diplomatique, Gabeta - dirigía el periódico nuestro de los exiliados en París-, Soriano y Yo.
Bueno, hicimos la reunión. Yo había preparado todo el plan para convencerlo: Nosotros llegábamos acá, en avión, con todos periodistas -uno de España, uno de Le monde, dos de Alemania y dos italianos- entonces, vamos a ver que reacciones podía haber: primero, que nos dejaran bajar o que no permitieran el aterrizaje del avión. Segundo, que nos permitieran bajar. Si no nos permitían bajar ya era un triunfo, porque todos los diarios iban a hablar, los periodistas, la dictadura no dejaba entrar a exiliados. Nos dejan bajar y nos detienen. También un éxito porque entonces todos los diarios iban a hablar, los periodistas extranjeros si los metían presos, sus órganos iban a averiguar donde estaban y todo lo demás. Así que iban a denunciar el hecho.
Tercero: nos dejan tranquilamente bajar, ¿A dónde vamos?. Yo ya tenía asegurado acá, en la iglesia evangélica alemana, en la calle Esmeralda con unas adyacencias en donde podíamos dormir, vivir, todos. Inmediatamente cuando llegábamos abríamos una universidad para dar clases: Política, democracia, derechos humanos. Entonces que ocurría, llegábamos ahí, nos dejábamos entrar pero clausuraban las puertas, pero no nos dejaban salir. También un éxito porque los periódicos extranjeros iban a hablar, si a los periodistas los dejaban libres iban a hablar y si no las empresas iban a averiguar que pasaba con sus periodistas. Sino nos dejaban actuar y abríamos eso. Vos te imaginas, una clase sobre literatura latinoamericana de García Marques o de Juan Rulfo. ¡Lo que hubiera sido eso!, ¡o de Gunter Grass sobre literatura europea¡. Iba a tener un eco impresionante. Este... otra posibilidad era que nos dieran libertad a nosotros, pero que no dejaran entrar a nadie en la universidad y no nos dejaran salir a nosotros. También hubiera sido un éxito. De cualquier manera lo que queríamos era que fuera la primera vez que un núcleo de exiliados regresan en momentos de una dictadura. Y la hubiéramos debilitado. Bueno, yo explico todas esas posibilidades y no calculamos que era lo que le pasaba al querido Cortazar: estaba muy enamorado. De esa piba joven, enamoradísimo. Yo digo todo eso, terminó y Soriano lo miraba a Cortazar, yo también, esperando que nos diga que sí y ya partíamos.
Entonces, él miro a su mujer, me acuerdo de apellido Dunlop, canadiense y preciosa, y me miro a mi y me dijo en su forma de hablar, con la erre: “ Yo no quierrro, Osvaldo, Yo no quierrro que me tirrren un tirrro en la cabeza”.
Que era otra posibilidad que yo no había contado. Además yo no creía que nos hubieran reprimidos de esa manera, habiendo periodistas extranjeros tan famosos e intelectuales tan famosos, como los que llevábamos ahí. “Yo no quiero que me tiren un tiro en la cabeza”, y me acuerdo que la chica esta se puso muy triste porque cuando yo explique todo, ella nos miraba como diciendo que hermoso lo que están preparando. Y no hubo caso de convencerlo, además yo pensé: ¿Vos te imaginas si le pegan un tiro en la cabeza a Cortazar?, ¡que final glorioso!, ¡como iba a pasar a la eternidad!, como el intelectual, no solamente que escribió libros sino que también es un luchador y vuelve. Que eco hubiera tenido en el mundo. Y no hubo caso, no lo pudimos convencer. Yo me deprimí, che, como un verdadero alemán. No podía comprender. Me había roto el alma, había viajado por todos lados... y claro, sin Cortazar no podíamos hacer nada. García Marquez no venía sin Cortazar y Gunter Grass tampoco, Juan Rulfo tal vez hubiera venido porque era un indio ese. Pero no hubo caso.
Y siempre lo comentábamos con el querido amigo Soriano, que lastima que le faltó esa fuerza... no le faltó esa fuerza... estaba demasiado enamorado. Se había enloquecido con la chica esa.
Y si hubiera venido ella lo hubiera acompañado. Pero temía que lo mataran. Pero vos sabes; la tragedia después. Dos años después la pico un insecto en Nicaragua, porque fueron a Nicaragua, ya estaba la revolución allí, y no tenían anticuerpos para la picadura y se murió. Se murió la chica. Mira que la llevaron a Francia, inmediatamente en camilla, asistencia en avión, llegó y murió a los pocos días. El estuvo siempre inconsolable. Así que imagínate si hubiera venido y le hubieran pegado un tiro en la cabeza, se hubiera salvado de vivir esa cosa dramática que es ver morir un ser amado, ¿no?.- Yo ahora cumpló 80 años y voy a escribir todos mis recuerdos. Y voy a escribir bien todas esas cosas.
Ahora, Soriano me apoyó en todo.

Y a medida que Bayer rememora las palabras, que suenan como un eco en su cabeza, por un momento nos parece que el patio de su casa se transforma en la habitación de Francia, que está nuevamente en compañía de Soriano, de Gabeta, de Cortazar y su compañera, que está contando detalladamente su proyecto. Está vez estamos nosotros dos también, mirando desde un rincón.
Repite la frase de Cortazar y parece buscar, con la mirada absorta, las palabras que hubiesen convencido a su compañero de que valía la pena hacer ese viaje.
Sin embargo, es algo que no sabrá.
Yo no quierro que me peguen un tirrro en la cabeza. A pesar de eso lo sigo queriendo muchísimo, porque era un gran tipo”, dijo.
Entonces, el techo del patio nos avisó que comenzaba a llover. Los tres, en silencio, nos quedamos escuchando el ritmo de las gotas.