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lunes, 24 de enero de 2011

Entrevista a Estela de Carlotto por P.M.Giacobbe

publicada en la Refugio de Monos de papel en Marzo de 2008


El 10 de diciembre de 2007 Febres es asesinado en su cárcel de máxima comodidad. Ese día, además de ser el día de los Derechos Humanos, Cristina de Kirchner asumió como Presidente de la República Argentina. Estela Barnes de Carlotto estaba en el palco cuando la llama un periodista para preguntarle si estaba enterada de lo que hasta ese momento era un suicidio y no un asesinato.


- Muy rara la muerte de él, no se sabía por qué. - cuenta Estela.- En su cárcel de privilegio que tenía, lo sospechoso era que no habría sido una muerte natural. No había síntomas de muerte natural. Claro, a partir de ahí, cuando se habla en que situación, de qué manera lo encuentran, como vivía… sale a la luz todo eso. Ya al día siguiente dije: no es un suicidio, lo mataron.

Más tarde se descubre que era cianuro lo que tenía, con mas razón. Entonces, la sensación que me dio, coincidente con la asunción de Cristina, fue de mensaje mafioso. Es un mensaje mafioso porque solamente una mafia puede hacer una cosa de esas, así, oscura, tapada. Llena de incógnitas y donde toda la imaginación a uno le vuela. Yo por experiencia lo primero que dije es asesinato y todos hablaban de presunto suicidio o muerte natural, que sé yo. Se me vino la imagen de Cabezas. Donde también fue un acto terriblemente oscuro… se descubrió, bueno, quedaron baches para resolver y fue como que esas mafias tiran muertos. Tiran muertos. ¿y para qué? Para perturbar los procesos de gobierno. Los procesos hacia una democracia, estamos en plena construcción, todo esto yo también lo veo con el caso López. Donde por el mismo lado vienen las cosas, o es la gente contratada, mercenarios, que están al servicio de los que les pagan para realizar este tipo de asesinatos, crímenes. O directamente entre ellos.


La charla con Estela de Carlotto se dio a fines de enero en la Casa de las Abuelas y comenzamos hablando de Febres. En ese momento no cabía duda de que el represor había sido asesinado por sus propios pares de armas, para que no hable.


Hoy, 20 de marzo, la carátula del caso Febres cambió de homicidio a abuso de autoridad, por lo que los dos prefectos, únicos detenidos y principales acusados, quedaron en libertad. Parece que no se puede comprobar lo del homicidio, que solo quedó claro que gozaba de privilegios.
Pero también, aunque el juicio haya quedado trunco, se sabe lo que Febres era. Y entre las bestialidades que realizaba en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada estaba la de entregar los bebés nacidos en cautiverio. O sea, que también podría saber donde están ahora esos bebés.

- En la ESMA los bebés nacidos en cautiverio son alrededor de una docena…
- Sí, más o menos. Calculamos que son quince los chiquitos que han nacido en la Escuela de Mecánica de la Armada, en esa maternidad clandestina que se habilitó, que no es maternidad, solamente porque han nacido bebés. Porque el que visita la ESMA y ve donde nacían: en un cuartucho de metro y pico de ancho por dos de largo donde había una cama de acero en donde las parturientas eran acostadas. Mas parecido a una carnicería que a un lugar para tener un niño.

- ¿Que datos se tienen? ¿se sabe si eran dados a civiles ó a miembros de la Marina?
- En la Escuela Mecánica de la Armada, según las sobrevivientes Sara Solarz de Osatinsky y Ana Maria Martín, dicen que había lista de marinos cuyas esposas no podían tener hijos para llevarse el bebito cuando naciera y anotarlo como hijo propio. Las mismas chicas han comentado que, a veces, estos marines que pensaban llevarse a ese chiquito, antes de que naciera iban a ver la carita de la mamá para ver que bebé era, rubio, morocho, o como era. Lo que más les gustara. Incluso hay uno de nuestros nietos, que no es que nació ahí pero por la filosofía siniestra lo digo, que se lo llevó un militar para darlo a un compañero, era un bebito de apenas unos meses, y el compañero no lo quiso. Se arrepintió y lo iba a tirar o matar, y la señora que trabajaba en quehaceres domésticos se lo pidió. Lo pidió y lo crió como hijo propio y hoy ese chico es un hombre, por supuesto ya lo encontramos, tiene su identidad, pero esa es su historia.
Ahora, nacidos en la ESMA o secuestrados que estuvieron en la ESMA con sus padres, algunos también fueron dejados abandonados en las provincias. Los dejaban en una plaza, como chicos que sus padres no los quieren, y luego la Justicia de Menores los daba en adopción. Pero la metodología con la mayoría de los que nacían en los campos de concentración era repartírselos entre miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad.

- Además de bebés, ¿se quedaban con chicos de hasta qué edad?
- Nosotros tenemos registrados en la búsqueda chicos que al momento de su desaparición tenían 13 y 14 años, iban a la casa, se llevaban a los padres y el niño quedaba en manos de los militares. No hemos encontrado chicos de esa edad. Suponemos que los consideraban peligrosos, suponemos que para ellos esos chicos eran tan peligrosos como los padres. Que, según ellos, eran chicos que colaboraban en todo lo que los padres hacían, tenían ideología, o sea, eran como irrecuperables. Entonces, no los hemos encontrado. Hemos sabido algo de por donde han pasado, que trato inhumano se les dio, pero no hemos tenido una respuesta categórica de que pasó con ellos. Los buscamos, seguimos buscándolos.


Ahora, cuando los chicos tenían así cuatro, cinco años, tres, dos, se los quedaban. O los dejaban en Institutos, la Casa Cuna o jueces de menores, que durante la dictadura muchos miembros de la justicia de Menores fueron cómplices porque lejos de buscar a sus familias, los chicos llegaban de un operativo como NN ó con el nombre verdadero, a veces le han borrado el nombre. Y quedaron como NN ó con un nombre jurídico, común, y han vivido años en Institutos o con familias sustitutas.


ABUELAS lleva tres décadas buscando a sus nietos secuestrados o nacidos en cautiverio, robados por asesinos y torturadores. Por las fuerzas de seguridad del Estado. Doce abuelas fundaron el grupo en el año 1977, en busca de verdad y justicia.


- Los métodos que utilizan para seguir los rastros han cambiado enormemente en estos treinta años.
- Sí, porque calculá, nosotros empezamos con un desconocimiento total, mucha angustia, mucho miedo y, si se quiere, inocencia. Nosotros pensábamos que los chiquitos iban a venir a vivir con nosotros en la medida que iban naciendo no sabemos donde. No hablábamos de campo de concentración, jamás pensamos que nuestros hijos iban a ser asesinados, pensamos que los iban a pasar al PEN (Poder Ejecutivo Nacional). No nos imaginamos todo lo que hoy en día sabemos. Irónicamente, las primeras actividades que hicimos fue ir a los lugares donde podían estar los niños presuntamente abandonados, empezamos a ir a Casa Cuna, los orfelinatos, los jueces de menores.

- ¿Buscándolos siempre por el nombre?
- Buscándolos… por el nombre no, porque no sabíamos si era nena o varón, tampoco que nombre le habían puesto nuestros hijos, simplemente NN, sin nombre. Chicos que podían provenir de algún operativo, de alguna cosa rara que nos llamara la atención y sobre todo con la ilusión muy inocente de querer mirarle las caritas a estos chicos para ver si se parecían a nuestros hijos, cosa absurda mirá, porque eso fue realmente un gesto inocente de decir “se va a parecer a papá o mamá”. Hay chicos que no se parecen para nada. La cara del bebé es indefinida total, un bebé capaz tiene redonda y se le estira. Los ojos de un recién nacido son de un color indefinido y después tienen su verdadero color, por ejemplo tenemos una fotito de Horacio Pietra Gala que está en los brazos de la mamá, dormidito, y los rasgos que tiene es la que tiene hoy, hombre. Por supuesto con sus cambios, pero si es la carita del chico que estamos buscando. Pero lo demás no sabemos, si camina como el padre, la madre o un tatarabuelo.



Bueno, la búsqueda de esa manera. Después nos dimos cuenta que pasaban los años, nada. Empezamos a buscar en los jardines de infantes. Y hacíamos trabajos como detectivescos, o sea, no estábamos visibles, siempre tratábamos de pasar desapercibidas, disimulando estar paseando y observando. A veces dentro de un coche estacionado, así. Después empezamos a hacer afiches con las caras de los chiquitos secuestrados ya nacidos y las caras del papá y la mamá del chiquito que estábamos buscando. Y mediante esos afiches mucha gente los vio y nos trajo datos. Porque algunos chicos tenían la carita que tenían en el barrio y la gente dice: “este chico vive ahí” y nos traían información. O por ahí, por la fecha de nacimiento, decían “uy, en el barrio hay un policía que llegó con un bebito en esa misma fecha, se lo trajo a la señora y dijo: mi hijo, todos sabíamos que no había estado embarazada ni nada”. Entonces cuando venían esas informaciones la búsqueda era corroborar esos datos en los barrios que decían que estaba. Era más fácil llegar a los barrios donde vivían los policías que a los barrios de los bunkers de los uniformados del ejército, la marina, el ejército no viven a la vuelta de mi casa como el policía, viven en los barrios de ellos, viste. Cerrados. Entonces que hacíamos, también la observación, nos presentábamos como vendedoras de cuentas para chiquitos o vender ropita o hasta abuelas que se presentaban para quehaceres domésticos, diciendo que necesitaban trabajar, ¿para qué?, para que saliera la señora o mostrara la casa y ahí veíamos al niño. Entonces era como decir sí, efectivamente hay un chiquito y el nombre que nos dieron, ¿y vos como te llamás? Y el nene decía Juan y entonces si coincidía con el dato que nos habían dado. Y después, ya, con el advenimiento de etapas constitucionales pudimos trabajar con la justicia realmente y avanzar con la observación, las estrategias, la comunicación con la gente de otra manera y la gente fue perdiendo, no del todo, el miedo a contar, a saber que lo que decíamos era cierto porque hablaban que éramos unas viejas locas mentirosas, y a tener crédito en la sociedad. Y lógicamente de los jardines de infantes pasamos a los guardapolvos blancos.

- Esto de los jardines de infantes… ¿en que año es?
- Y calculale… en el ‘80.

- Entonces, si las veían haciendo esas cosas… podían tener problemas.
- Y sí, corríamos peligro, ya en alguna oportunidad que se dieron hubo agresiones. Y también, si se daban cuenta que los estábamos observando se mudaban de casa. Y algunos se fugaban, han salido del país, no solamente a Paraguay, se han ido a Europa.
Y bueno, así fuimos avanzando. Y hoy en día hace ya unos cuantos años, sabiendo que nuestros nietos son adultos o antes cuando eran adolescentes para la adultez, empezamos a hacer cosas públicas muy fuertes, como los conciertos en Plaza de Mayo.

Nace teatro, música, televisión y tango por la identidad, entre otras actividades, concursos de fotografías, también. Muestras itinerantes. En definitiva todo apunta a preservar el derecho a la identidad contemplado en leyes y tratados que no fueron respetados y a informar. Así encontraron varios nietos como por ejemplo a Marcos Suárez que se reconoció en la telenovela Montecristo, cuando mostraban la foto de un bebé expropiado.

LA SANGRE
- Nosotros tenemos depositada nuestra sangre, estudiada, procesada, en ese Banco de Datos a la espera de un nieto. Y a veces los abuelos se mueren e igual la sangre está esperándolos.


- ¿Y si una persona tiene dudas sobre su identidad tiene que ir al hospital Durand o es mejor que se acerquen acá?

- Tienen que acercarse acá, a Abuelas, tenemos un equipo de profesionales que son jóvenes y atienden a los que se presentan espontáneamente, charlan, cuentan la historia. Cuál es su duda. Qué es lo que quieren, qué es lo que traen, generalmente se les pide documentos, fotos, relatos de la situación familiar, como han vivido, porque dudan. Se hace una composición del lugar donde aproximadamente se puede decir: “sí, casi seguro que es” o a veces, “no, casi seguro que no es”.


Igual se lo ayuda, aunque no sea, para encontrar su mamá verdadera porque hay un abandono de madre. Que la mamá no lo pudo criar.


En caso que sea un posible nieto se lo deriva a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad que está dentro de la Secretaria de Derechos Humanos, que trabaja junto con Abuelas. ¿Y por qué los derivamos? Porque allí pueden escucharlos, iniciar un expediente y conseguirle un turno en el Hospital Durand para la extracción de sangre. Todo bajo la firma y el consentimiento del propio chico, ahora son todos adultos. Entonces la Comisión no necesita hacer un juicio, si nosotros mandamos un chico de acá tenemos que iniciar un juicio ante la justicia y los chicos a veces no quieren. Porque le tienen miedo a todo eso, y lo que es bastante preocupante y lógico es que los chicos dicen “no quiero hacerles daño a los que me criaron”, después se les pasa. Cuando saben quien es, en la mayoría de los casos, cortan la relación con esos apropiadores que quizás fueron los asesinos de sus papás, pero en un primer momento hay como un “no quiero que les pase nada a ellos, yo quiero saber quien soy, pero no que vayan presos”.
Esos procesos no los garantizamos, no somos la justicia. Nosotros somos el camino.

- Claro, habrá que determinar si los padres adoptaron de buena fe…
- Exacto, si adoptaron de buena fe no les pasa absolutamente nada, al contrario, hay que felicitarlos porque han dado amor y con la verdad y sin ningún tipo delito. Ahora si son los que torturaban, violaban y mataban gente, esos seguro van a la cárcel, porque esos son delincuentes peligrosísimos.

SHHH, SILENCIO CUARTEL.
En diciembre de 2002, por la madrugada, desconocidos balearon el frente de la vivienda de Estela de Carlotto, se encontraron perdigones dentro de la casa y restos de balas en las paredes del interior y fachada. En relación a los autores no se sabe absolutamente nada. Con lógica, la Presidenta de Abuelas insiste: - pueden haber sido mercenarios que matan por plata ó ellos mismos. Hay pactos de silencio muy terribles, que nadie hable, todos perdieron la memoria.

- A diferencia de las abuelas y de las madres, parecería que ellos tienen un pacto de no hablar, y ustedes al revés, un pacto de hablar de contar.
- Bueno, nosotros no nos resignamos a olvidar, a aceptar mentiras de ellos, porque todo lo que han dicho han sido mentiras. Porque todo fue clandestino, todo lo han hecho sin ningún rastro visible. Fíjate que nosotros hemos detectado más de 500 campos de concentración de los cuales lo único que queda es el edificio o algunos rastros dentro del edificio.
Nosotros fuimos a llevar toda la historia encima, nosotros hablamos, acusamos, buscamos la justicia, reconstruimos la historia, establecimos señales dónde y cómo pasó todo lo que pasó, la ESMA, los campos de concentración donde ya hay ahora espacios de memoria. Todo eso es para que no se olvide, porque esto no se puede olvidar.

- Pero hay muchos medios, como la Revista Cabildo o el sitio de Internet Memoria completa, que niegan todo.
- Ya el que dice Memoria Completa dice que nosotros estamos hablando solo de una parte y no. Nosotros hablamos de todo porque fue así.
Calculamos que mentirosos hay siempre, difamadores hay. Y ya la gente cree menos en eso, sabe que esta probado, no solamente por nosotros. Es la justicia la que habló. Y la justicia esta compuesta por jueces, cámaras y corte. Y se hizo visible lo que ellos querían ocultar. Ahora niegan, bueno, hay gente que niega el Holocausto y muchas cosas más. Hay que dejarlos que digan las pavadas que quieran decir, nosotros tenemos pruebas, yo personalmente tengo todas las pruebas del secuestro y asesinato de mi hija. Y a veces dicen de mí en esos correos infames que soy una falsa abuela. Que gano no se que cantidad de plata, todas pavadas dicen. Entonces yo me rió porque, pucha que fácil es comprobar, estoy en la misma casita que me quisieron matar, en un barrio sencillísimo de La Plata. Me ven siempre igual. O sea, la mentira tiene patas cortas y sabemos de donde viene. Llegaron a decir que yo era más peligrosa que Hebe de Bonafini porque yo era psicóloga e iba a la peluquería. Pavadas.
El que ya no está en esto es porque ideológicamente nunca va a estar o porque no le conviene porque es un delincuente. Entonces mintiendo creen que se van a salvar, y la familia miente porque creen que se va a salvar, los amigos de los familiares mienten. Porque creen que ayudan a proteger… “¡Cómo al General lo van meter preso!” y el General es un asesino.


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